miércoles, 7 de mayo de 2008

JORNADA EN LA QUE EMPIEZA A HACER MELLA EL CANSANCIO

2 de mayo (sexto día): Ferreiros - Ligonde 24,4 km
Tras la paliza del día anterior las cosas discurrirían de otra forma. Salimos en bloque y caminamos despacio, tanto que con muchos menos kilómetros llegamos más tarde que el día anterior. A nadie le importaba y se trataba solo de llevarlo de la menor manera posible. En la foto estamos acercándonos a Portomarín.Hubo quien lo llevó mejor que otros ya que los tres exiliados en la casa de turismo rural (Pepe, Susana e Irache) decidiron desayunar con calma y no retornar al punto de partida del grupo, con lo que se “ahorraron” unos kilómetros. Fuimos educados y no se lo echamos en cara frontalmente, pero en cualquier caso daba la impresión de que no les importaba demasiado y se les veía relajados. A partir de Sarria el camino se hizo más dominguero, con mucha gente de puente, prácticamente sin mochilas, un instituto de Pontevedra....de lo más concurrido. Éso sí tuvimos que hacer la bajada a Portomarín y su consiguiente subida, que no son cualquier cosa. A mitad de camino paramos en Casa García, en Gonzar, donde nos montamos un almuerzo de lo más sustancioso a base de tortillas de patata recién hechas. Es una casa de turismo rural recién remodelada, con un patio central en parte cubierto de lo más agradable. Minutos después de marcharnos se acercó corriendo la hija del dueño; estabámos a unos 500 metros y nos pidió que volviéramos, que había un problema con la cuenta. En el local sacó la nota y nos explicó que su padre se había confundido y cobrado 20 de euros de más; había vuelto para devolvernos el dinero, lo que fue un gesto de honradez que nos llamó la atención. A destacar que antes de marchar visitamos una vez más la tumba del secretario de Portomarín fallecido en 1915, un rito que repetimos cada vez que pasamos por aquí. Del resto del día no hay mucho que contar, salvo que al llegar a Ligonde el albergue que teníamos previsto ocupar estaba cerrado. Seguimos un kilómero escaso y llegamos al lugar de Eirexe, donde había otro también pequeño; no entrábamos todos por lo que una pareja tuvo que quedarse en la única habitación libre de las dos que tenía el bar. Ana y Juanma fueron los agraciados tras una exhibición de generosidad por parte del resto del grupo.

Pasamos la tarde con tranquilidad, casi en indolencia total, tomando unas cervezas y dando un paseo hasta el cercano cementerio donde aparecen estos dos "friquis" encantados.Tanta tranquilidad que en la terraza del bar nos estiramos en las sillas con los pies encima de las mesas y hubo quien prácticamente se los puso de sombrero a una extranjera a la que acabamos echando de su sitio. Y es que....el camino es así. Para colección de piés al sol, la de la foto siguiente.
Vimos pasar a unas monjas también de peregrinaje, lo que fue toda una novedad aunque eran unas monjas un poco raritas.

En olor de santidad, unos cuantos se acercaron a misa y al final nos fuimos a cenar a uno de los dos restaurantes, cuyo nombre era un poco extraño, el doctor Saa Waldemar. Dentro comprobamos que hacía mención a un tío del dueño, que ejerció como mago en la década de los años veinte, como recogía un cuadro lleno de recortes periodísticos de la época.
No es por fijación, pero la crónica del día termina también hoy hablando de Pepe. Viene a cuento de la polémica con la elección del vino; tenían dos riojas, Lan y Marqués de no se qué, y había diferentes opiniones. Al final, Pepe se levantó y volvió con dos botellas, para que todos estuviéramos a gusto. Pero hete aquí que portaba una tercera, un Protos de la Ribera del Duero que con candidez aclaró que era para él. Los riojas costaban 12 y 13 euros (de memoria) y la suya sobre 24. Tal muestra de “cortesía” provocó un inesperado motín. Inmediatamente empezaron los gritos de ¡NNNOOOOOOOOOOOOOOO! Mientras Pepe nos miraba a todos con cara de no entender nada. Al final no tuvo más remedio que agachar las orejas y levantarse para devolver “su” Protos. En la foto estamos en pleno debate.

Cenó como todos con los Rioja crianza y aquí paz y después gloria. Eso sí, ni asomó del menor rencor en su mirada. Y acabada la cena nos fuimos a dormir para afrontar al día siguiente la última jornada que también era de las cortas. H-14 intentó ligar con su compañera de litera, una madrileña algo despistada que llegó al albergue pasadas las ocho de la tarde. Hasta él y alguno más intentaron colarse en el baño (aunque la teniente O' Neal los echó fuera sin piedad) para pegar la hebra con ella que estaba un tanto atónita por la situación.

Y la foto de Mery You viene a cuento de que mañana lunes, 26 de mayo, es su cumple, y cumple una cifra muy redondita, uséase que cambia de década. Qué se le va a hacer, otros ya pasamos por esto...bueno pues cumpleaños feliiiiiiiiiiiiiiiiiiiz! y para Jaime también que cumplió los mismos hace exactamente un mes.

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